viernes, 19 de diciembre de 2014

Obstinada dignidad

14 de mayo de 2013 a la(s) 21:15
El actual conflicto universitario es un momento-me atrevo a calificar-culminante de un proceso de acorralamiento, de cerco feroz y despiadado a la universidad venezolana, pero sobre todo a nuestra UCV. Desde los hechos nefastos protagonizados por el grupo que se hace llamar M-28 que destrozó y tomó la sede del rectorado por varios días, pasando por la "re-conducción" presupuestaria, las sentencias del TSJ, los ataques violentos con niples, la presencia de motorizados armados, y la total indiferencia de los miembros del gabinete ministerial y diputados ex-ucevistas ante la destrucción evidente de su infraestructura patrimonial, la UCV ha sido presa indefensa en la que se han cebado los que pretenden acallar las voces disidentes, críticas a lo que algunos denominan grandilocuentemente como "el proceso".No hay que hacerse ilusiones, en todas las acciones y omisiones que el gobierno ha emprendido, está implícito un mensaje: el que la universidad debe arrodillarse y sacrificar su autonomía evitando las críticas a la gestión gubernamental y siendo sumisa a las pretensiones demagógicas de quienés detentan el poder político en el país. Hoy, ese poder está cada vez más cuestionado, quienés pretenden una academia genuflexa olvidan o quieren hacer olvidar que la universidad venezolana y particularmente la UCV, ha estado siempre enfrentada al poder, es lógico, una institución dónde prevalece la libre discusión de ideas, la contrastación de éstas con la realidad, el riguroso estudio científico, dónde se estudian todas las corrientes del pensamiento, no puede ser sometida sino es por la fuerza extrema, algo a lo que no se atrevieron ni Juan Vicente Gómez, ni Marcos Pérez Jiménez, pero este gobierno descubrió o creyó descubrir, que asfixiando presupuestariamente a la universidad, con la complicidad del TSJ, puede someterla...nada más alejado de la realidad, los venezolanos amamos nuestras universidades, en especial a la UCV, durante 200 años y pico, ha sido una vía de movilidad social incuestionable, tal vez la prueba más fehaciente es la cantidad de personeros del gobierno que son ex-ucevistas.Yo soy estudiante, padre de familia y trabajador, mi padre provenía del más bajo estrato social, sin embargo, fué maestro normalista, logró ingresar a la UCV en la época de la dictadura de Marcos Pérez Jimenez, siendo uno de sus presos y luego de caída la dictadura continuó sus estudios, se graduó, hizo parte de la primera promoción de egresados en Educación y luego profesor por casi 30 años, único sostén de hogar, con su sueldo pudo mantener una familia de 5 integrantes y vivir más o menos confortablemente... ¿porqué hago esta disgresión personal?, bueno, porque soy ucevista desde que era un niño y mi padre me traía a la universidad, conocí y compartí con sus compañeros de trabajo, todos de origen humilde como él, ninguno era un "burgués" un "oligarca" como enfatizaba el comandante ausente, todos tenían una mística especial, un amor incondicional hacia "su" universidad y su trabajo en ella, a ninguno se le hubiera pasado por la cabeza atentar contra su autonomía o violentarla de alguna manera, por eso digo que los funcionarios de gobierno son ex-ucevistas, no entendieron nunca lo que es para los venezolanos la UCV!, Venezuela ama a sus universidades y con especial respeto a la UCV, la unión de todos los gremios y sus estudiantes está guiada por la razón, por la justicia social que tanto pregona el gobierno, los venezolanos no dejarán sóla a su universidad, viene una lucha que puede ser larga, de resistencia por un lado, de desgaste por el otro, esperemos con fe y esperanza que prevalezca la obstinada conducta digna de los universitarios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario